HECHOS PRESENCIADOS CON USO DE LA DIGNIDAD
Todo esto ha hecho posible que a mediados del mes de Octubre de 1.997 se lance, desde la Tierra, una nave espacial de sondeo hasta el planeta Júpiter, calculándose su llegada para dentro de siete años, sobre una distancia de 3.500 millones de kilómetros y que se cree encontrar orígenes de vida. Con lo que aclara un tanto más las reglas de la naturaleza y se demuestra día a día la realidad de la misma, y el día 3 de Marzo de 1.998 se reciben imágenes que dan sensación de existir vida en dicho planeta.
Como se ha citado, los muchos movimientos de la tierra producen seismos, terremotos, huracanes, tifones, olas gigantes y que a veces causan estragos para la humanidad, acabando con la vida de miles de personas y animales, y no menos perjudicado sale el reino vegetal. ¡Que increíble fuerza poseen el reflujo y las olas del mar!. Todos los que vivimos en el presente siglo, recordamos la gran catástrofe de Agadi, en el año 1.960, que ocasionó la friolera cantidad de 12.000 muertes. En este presente año (1.999) el día 17 de Agosto, un gran terremoto en Turquía ha ocasionado, por la brusca liberación del movimiento interior de la tierra y asolando cientos de viviendas, un saldo de muertos todavía hoy incalculable; aunque se habla de cifras escalofriantes, con 60.000 muertos o desaparecidos. Los que vivimos a orillas del mar, hemos podido comprobar fenómenos similares de mayor o menor magnitud, como el hecho de haber visto campos secos y llanos con muros de hormigón, y horas después haberse convertido todo en un desolador paisaje bañado y destrozado por las aguas del mar.
Recuerdo el impacto que me causó haber visto el gran buque de miles de toneladas de carga, llamado ”Castillo de Salas”, que había zarpado del puerto del Musel de Gijón. Parecía un monstruo marino, gigantesco monumento construido de hierro y a los pocos días, al entrar de nuevo en dicho puerto y anclado a la espera de que le concedieran la entrada para amarrar en el puerto, las anclas le fallaron, quedando libre de amarre a la deriva entre medio de un temporal de mar, yendo a encallar cerquísima de la playa de San Lorenzo de Gijón. Fue el día 28 de Enero de 1.986, y se convirtió en un gran espectáculo y entre cientos de mirones como yo, vimos como una ola lo partió en dos como si se tratara de una persona que de un puñetazo rompe una teja de una cubierta de una vivienda. Al leer esto, alguien más recordará tal accidente ya que las cámaras de T.V.E. trasmitieron el acontecimiento, viéndose el carbón de su carga como vertía del gran buque. E imágenes similares a ésta, se han visto en las costas gallegas, y otros muchos lugares, con bastante frecuencia.
Por ello, no es de extrañar que los Teólogos afirmen que el diluvio universal fuera provocado por un fenómeno de la naturaleza a través de los movimientos de la tierra; pues por el hecho de llover durante 40 días difícilmente pudo ser la causa de que las aguas alcanzaran en Sinaí una altura de 5.160 metros, que es lo que tiene el monte Ararat, del que además por su situación geográfica, como se puede comprobar en cualquier mapa de representación de la zona, las aguas deberían haberse deslizado antes al mar Rojo y al Mediterráneo. Caso similar se le quería dar al triángulo de la muerte en las Islas Bermudas ya que todo desaparece bajo sus lúgubres aguas donde se cercaban hechos tristes y luctuosos, pero aquí las ciencias, hoy más adelantadas, replicaron diciendo que allí no hay nada extraño. Los aparatos electromagnéticos que atraviesan esta zona -como son aviones y barcos- son absorbidos por una fuerza de atracción magnética producida por los famosos tifones, tornados y tempestades tropicales; como allí el fondo es muy rico en fango y tierra porosa con corrientes marinas, dichos aparatos quedan cubiertos en el corto espacio de unos días no volviendo a aparecer jamás, quedando ocultos en la profundidad marina. Esta matización solamente está hecha en los fenómenos de la naturaleza y no fundada como castigos o milagros divinos. Y dentro de esto se podían citar otros hechos, como por ejemplo la separación de las aguas por Moisés del mar Rojo, que posiblemente pueden ser trastornos del globo terrestre. Lo que pasa, es que la mayor parte de la humanidad tiende a considerar como milagros o castigos divinos las cosas que no logra entender y seguir con las creencias derivadas de la época de la Apocalipsis, que dan lugar a una serie de interpretaciones terroríficas, sacadas de la Biblia y del antiguo y nuevo testamento. Aunque con dolor y sufrimiento la realidad suele superar a la fantasía.
Cosas desconocidas hasta hace poco tiempo y que parecerían catastróficas para una buena parte de la humanidad, hoy se ve natural el conocer la existencia de vida en la tierra, vemos como los científicos dan como bueno los 400 a 460 millones de años, la existencia de vida. La aparición del primer ser dentro del reino animal primate, similar al hombre 60 millones de años, el primer homínido parecido al hombre con cerebro muy desarrollado, citamos verse por primera vez, hacia los 13 millones de años. Y en esta lucha de los descubrimientos se da como buena la aparición del hombre actual en la Era Cuaternaria. Aunque la exactitud cronológica, parece hoy discutible, así como su procedencia. Hay indicios de que el hombre -se emplea esta palabra para designar a todo ser humano cualquiera que sea su sexo-, tiene posibilidad de provenir del ambiente marino, o de las aguas como el mosquito. Una de las sospechas que se tienen, es que los primeros miembros que movió fueron los brazos, aunque parezca insignificante, otros seres del reino animal no lo hicieron así. Y para ser más exactos, no hicieron el uso de éstos como el hombre, porque cuando estos se vieron en suelo terrestre los utilizaron para trepar por los árboles y defenderse de otros animales más potentes que ellos por los cuales eran devorados.
Esta inteligencia los llevaría a convertirse en ser humano, se alimentaban de la vegetación, teniendo como primitiva nutrición las variedades de algas, hongos y vertebrados acuáticos, que en las grandes playas de las desembocaduras de los caudalosos ríos a los mares y océanos, cuando bajaban las mareas, con la falta o reducida cantidad de agua, tenían menos defensa para ser capturados por el hombre sirviéndole de dieta alimentaria. Más tarde acompañaron a ésta, los frutos que daban los árboles y plantas de la vegetación terrestre. Hacían su vida al aire libre y en los árboles, para librarse en la persecución de los animales más potentes que ellos, con ganas de comer para deseo de cubrir sus necesidades. Desde donde su instinto le hizo observar que en días de tormenta algunos árboles, hiniestas, retamas etc. ardían con fuego que producían los rayos y que los potentes animales huían de ello. Así empezaron a conocer el fuego y también al producirse volcanes donde la corteza de la tierra despedía llamas e ígneas, pero no sabían como hacerlo. De nuevo el instinto le dio el método para conseguirlo, frotando con fuerza dos ramas secas convertidas en madera y el calor hizo que se encendiera el serrín, esto le dio la opción a su andadura por la tierra y tal vez a convertirse en el ser humano, como civilización. El fuego les hizo permanecer seguros en la tierra, porque los demás animales huían de él. Y comenzaron a perseguir a los animales más potentes, convirtiéndose en cazadores. Para ello utilizaron ramas y retoños de los árboles, construyendo el arco y la flecha, pero como éstos eran de madera no resultaban muy eficaces, por lo que el hombre se dio cuenta de que con el fuego y la madera podía reforzar su eficacia, formando lanzas que para endurecer sus puntas, hechas con el roce de las piedras y el corte de los cantos de éstas, las encendían con fuego y sus brasas, para endurecer sus picas, con lo cual atrapaban muchos animales, hiriéndoles de muerte. El fuego aumentó la subsistencia del hombre para asar y construir los recipientes donde cocían los alimentos. Con los huesos y pieles de estos animales, formaban instrumentos los cuales ya le fueron muy útiles al hombre en el período paleolítico y en el magdaleniense ya fueron imprescindibles.
Hoy existe la duda en varios científicos, de que si el fuego creo al hombre o el hombre creo al fuego; lo cierto es que desde el descubrimiento del fuego comenzó toda la actividad que hoy conocemos y fue cuando se dice, se comenzó a ver al hombre en los deltas y cuencas de los grandes ríos.
El científico Aparín, remacha la teoría de que la vida humana surgió en los ambientes marinos, tesis que venía exponiendo Mileto 600 años a.C. donde se comprende que el hombre es un vertebrado de la clase de los mamíferos terrestre y marino, de la orden de los primates, y suborden de los antropoides y superfamilia de los hominoideos. Por lo que se cree que el hombre actual forma más una familia con los homínidos, genero especial homo sapiens (sabiduría) y que su aparición, parece ser que procede de unos 13 millones años a.C. Siguiendo el germen hereditario del hombre, comprobamos que los australopitecos son semejantes a los prehomínidos, primeros que dan el comienzo a la civilización dentro del período paleolítico de la Era Cuaternaria. También parece que existen otras descendencias como la del homo habílis, pitecántropos de la especie homo erectus, aunque éste parece antecesor del homo sapiens y que sus representantes fueron el hombre de Pekín y Heidelberg.
Se desprende que de este orden hereditario -sólo como un excelente auxiliar para el tema- partieron las razas amarilla y los mongoles, que según teorías modernas solo pertenecerían plenamente a la raza blanca, al tener mezcla de esta sangre. Cobriza, seria la anglosajona; la blanca, podía ser el hombre de neanderthal y la negra el hombre de cron-magnon. Pudiendo ser blanca también.
En esta cruzada del hombre sobre la tierra existe mucho el nombre Neanderthal, que es ascendente del homo Sapiens, que debió de vivir entre los 80.000 a 35.000 años a.C. por lo que se puede dar como próximo a la realidad, el desarrollo de la civilización con el invento del fuego, donde ya se cocían los alimentos en al año 40.000 a.C. Pero existen contradicciones, como la que asegura el Dr. Imesgrave de que este hombre poseía los conocimientos necesarios para su supervivencia en ambiente hostil en muchos años anteriores, por lo que parece se debe retrasar mucho más su existencia. Y también el pancantólogo, antropólogo y arqueólogo Louis Leakey (británico, aunque de origen keniano), dice establecer la verdadera antigüedad de la primera cultura en la fecha de los 13 millones años a.C. donde estos hombres utilizaban herramientas de piedra, tras ser descubierto un fósil homínido allá en el desierto de Sahara, al cual él denominó como su apellido: hombre Leakey. Lo que sí aparece mas claro es que homínidos y homo sapiens existían en los 13 millones años a.C. Pero lo que no, nos afirma ser verdadero el uso de herramientas citadas. Puesto que no menos cierto, parece, que el homínido más moderno se le clasifica como una especie única conocida como Homo Habilis (hombre útil que hace herramientas) y no coincide con estas fechas.
Por lo que no es de extrañar las muchas cosas sobre la civilización que se han publicado. El escritor Miravitlles dijo: “a ver si ahora resulta que después de tantos años de intento de conciliación entre Darwin y la religión católica tendremos que decir de una vez adiós al mono”. Y en el año 1.930 el jefe del golpe de estado en Jaca (España) el capitán Fermín Galán, cuando se le acusaba de quemar iglesias, decía: “la enseñanza científica de los misterios del cosmos harán que en unas pocas generaciones las iglesias se cierren por sí solas”.
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